Citius,
altius, fortius es una locución latina que significa "más
rápido, más alto, más fuerte". Este fue el lema de los Juegos Olímpicos de
Múnich, Alemania Occidental entre el 26 de agosto y el 11 de septiembre de
1972; con los cinco anillos de diferentes colores entrelazados y con la
antorcha, simboliza el espíritu olímpico. La frase fue pronunciada por el barón
Pierre de Coubertin en la inauguración de los primeros Juegos de la Edad
Moderna, en 1896 (Atenas).
El lema fue ideado por el dominico fray Henri Didon para el
frontispicio de su colegio de San Alberto Magno de Arcueil. Didon era amigo de
Coubertin.
Gramaticalmente, está formada por
el comparativo de los adjetivos citus, altus y fortis.
Dato Color....
¿Cuánto
pesa y cuánto mide un disco de lanzamiento?
El peso del disco de lanzamiento es de 2 kg para hombres y de
1 kg para mujeres.
El disco tiene un diámetro de 219 –
221 mm y una anchura de 44 – 46 mm en la categoría masculina, mientras que en
la categoría femenina tiene un diámetro de 180 – 182 mm y una anchura de 37 –
39 mm. El tamaño y el peso del disco descienden en las categorías inferiores de
varones, siendo de 1,5 kg para menores (hasta 17 años) y 1,75 kg para juveniles
(de 18 a 20 años). El disco se lanza desde un círculo de 2,50 metros de
diámetro y debe aterrizar dentro de un sector de ángulo de 34° 92′. Normalmente
cada atleta tiene tres intentos de un minuto cada uno, ganando el que mayor
distancia haya logrado.
La historia
de la maratón: el soldado que murió por salvar a Atenas
La disciplina, que se correrá el domingo, es una de las
disciplinas con más tradición en los Juegos Olímpicos.
Historias de los Juegos Olímpicos
"¡Nike! ¡Nike! ¡Nike!", con esas palabras, que en
griego significan victoria, el soldado Filípides anunciaba el triunfo de
Atenas. Había corrido más de 40 kilómetros con una consigna: avisar a la ciudad
que sus soldados habían ganado la batalla ante el ejército persa, en la ciudad
de Maratón.
Las mujeres y el resto de la población estaban preparados
para matar a sus propios hijos y destruir la ciudad. Sus enemigos, que temían
el crecimiento de Atenas y comenzaron un plan de invasión, habían prometido
que, en caso de triunfar, violarían a todos y saquearían todo lo que tuvieran
en frente. Fue lo último que hizo el corredor Filípides. Tras transmitir el
mensaje, cayó desplomado y murió. No aguantó el desgaste físico. Con el
conocimiento de la victoria, la ciudad cerró sus puertas. Y se salvó.
Fue en el año 490 Antes de Cristo. En Maratón, una playa
semidesértica con humildes casas de pescadores, se enfrentaron unos doce mil
soldados atenienses ante un ejército ampliamente superior, que llegaba a los 30
o 40 mil (algunos historiadores hablan de 100 mil, pero la cifra parece
exagerada).
La orden de que Filípides avisara a la polis griega fue del
general ateniense Milcíades. En condiciones mucho más inferiores, la batalla
parecía perdida. Al final, la condición atlética de los soldados atenienses,
excelentes corredores aún con las armaduras que pesaban casi 25 kilos, fue más
que el impactante número persa. Tras la batalla, el ejército ateniense también
debió correr la distancia Maratón-Atenas para llegar a la costa de su indefensa
ciudad antes que los barcos persas, por lo que algunos argumentan que la
disciplina también es un homenaje a ellos.
El sacrificio de los soldados atenienses es recordado cada
cuatro años en los Juegos Olímpicos modernos, fundados por el Barón Pierre de
Coubertin, en 1896. Los atletas de elite le rendirá tributo a la historia
cuando corran los 42 kilómetros, la misma distancia que recorrió Filípides, el
soldado que murió por salvar a Atenas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario